El fútbol
mexicano es basto en darnos historias que contar, recordar, comentar y
reflexionar; mas pocas veces hemos aprendido de los errores cometidos a lo
largo de la historia. Si hay un hecho que se considera como un parte aguas en
la historia del fútbol en México, es el caso de los “cachirules” para el
mundial juvenil de 1989, historia que ahondaremos en esta ocasión.
Quizá muchos
de ustedes no habían nacido o eran muy pequeños cuando esto sucedió, por allá
del mes de Abril de 1988, cuando México tenía que jugar una ronda
clasificatoria para el Mundial Juvenil de 1989 que se jugaría en Arabia
Saudita, esta se jugó en Guatemala durante dicho mes. La FIFA desde febrero de
dicho año lanzó un comunicado a todas las federaciones exhortándolos a no
engañar a la institución con las edades de los jugadores, siendo que era
conocido que era una práctica llevada a cabo en todo el mundo. La edad máxima
fijada por la FIFA era de 20 años de edad.
Primero México
enfrentó a Guyana, doblegándolo por marcadores de 9-0 y 2-0, posteriormente a
la escuadra local (Guatemala) por marcadores primero de 2-1 y luego por 3-0,
ésta última fue el 20 de Abril del ’88, con un gol de Gerardo Jiménez, que le
aseguraba al tricolor ser el líder del grupo y la clasificación a las
semifinales, que daban dos boletos para dicho mundial juvenil.
En aquel
entonces, los periodistas Antonio Moreno (Quien tenía una columna en el diario
Ovaciones, especializada en fútbol) y Alfredo Ruíz, ambos de Imevisión (Ahora
TV Azteca), descubren en un anuario publicado en Febrero de 1988 por la
Femexfut en su edición ’86-’87 una diferencia en las edades entre las
publicadas en dicho anuario y las presentadas ante la Concacaf para asistir a
Guatemala. Moreno publicó un artículo ese mismo 20 de Abril que trataba el tema
y el peligro de “tomar ventaja sobre los rivales al incluir jugadores que
rebasaran la edad permitida”, a lo que la respuesta del entonces Presidente de
la Femexfut, Rafael del Castillo fue desestimar los comentarios e incluso
agredir verbalmente a Moreno.
Sin embargo
Moreno fue respaldado por José Ramón Fernández, quien era titular de La Misma
Hora y DeporTV también en Imevisión y dio a conocer la noticia en televisión.
La primera reacción de la FMF fue negar las acusaciones o no responder, sin
embargo al ver la magnitud de las acusaciones y el impacto en el públicos,
muchos periodistas recurrieron a entrevistar a varios de los jugadores y a
buscar las actas de nacimiento de los integrantes del equipo. Finalmente se
dieron a conocer las actas de los jugadores Gerardo Jiménez (delantero) y José
de la Fuente, ambos 2 años mayores a la edad afirmada por la FMF, José Luis
Mata (también delantero) pasaba la edad límite por 4 años y Aurelio Rivera
(defensa) por 7 años. Rivera, quien era el capitán del tricolor , declaró en
entrevistas posteriores que todos menos dos miembros de dicha selección
rebasaban la edad límite establecida por FIFA, pero esto jamás fue confirmado.
La
información tuvo mucha difusión en la prensa mexicana, escrita y televisiva,
por ende tuvo eco en la Federación Guatemalteca de Futbol, que de inmediato
realizó una denuncia ante la Concacaf, a quien exigió la investigación del
caso, la cual llevó a cabo el salvadoreño José Ramón Flores, quien confirmó la
falsedad de las edades presentadas por la FMF.
Como
resultado de la investigación la Concacaf resolvió que las edades de los 4
jugadores eran en efecto falsas y marginó a México de la eliminatoria al
mundial juvenil, también se castigó a dicha selección con una suspensión de dos
años, así mismo se inhabilito de por vida a ciertos directivos, mas no al DT
Francisco Avilán. Entre los directivos castigados se encontraban José de Jesús Álvarez Guzmán, Rafael Castellanos, Rafael del
Castillo, Víctor Manuel González, Ramón Martínez, Manuel Acevez Montenegro,
Gerardo Gallegos, Gilberto Morfín Salazar y Héctor Antonio Pérez. Así Guatemala
reemplazó a México en las semifinales y al final fueron Costa Rica y Estados
Unidos quienes representaron a Concacaf en el Mundial Juvenil en 1989.
El Presidente de la FMF Rafael Castillo
intentó apelar ante FIFA con la esperanza de minimizar el castigo, confiando en
la buena relación, capacidad e influencia que tenía el directivo mexicano
Guillermo Cañedo dentro del organismo internacional, quien fungía como asesor
del entonces Presidente de la FIFA Joao Havelange. Sin embargo, el resultado no
fue el esperado, si no todo lo contrario.
En mayo de 1988 la FIFA no solo respaldo a
la Concacaf en sus castigos impuestos a la selección juvenil, si no que
extendió además la suspensión de dos años a todas las selecciones nacionales,
incluida la mayor, de toda competencia avalada por el máximo organismo rector
del futbol mundial, y así México quedó fuera de los Juegos Olímpicos de Seul
’88 (competencia para la cual ya estaba calificado y a semanas de su
participación) y por ende, no pudo asistir al Mundial de Futbol Italia 1990, al
no poder participar en las rondas clasificatorias para dicho evento.
De esta manera el fútbol mexicano sufrió un
fuerte revés, se perdió una generación de futbolistas que pudieron participar
en un mundial y saltar al futbol extranjero. Uno de los jugadores que más se
recuerda que fue afectado por esta situación es Hugo Sánchez, quien entonces
vivía sus mejores glorias con el Real Madrid de España. El impacto que esto
tuvo para México se considera uno de los mas fuertes golpes que ha recibido el
fútbol a nivel selección nacional, así como la reputación que tuvo a nivel
mundial. De ahí que se vinieran grandes cambios en la dirección de la FMF y el
manejo de Selecciones Nacionales. Otro de los efectos secundarios, fue el odio
que generó hacia su persona José Ramón Fernández, quién fue tachado de traidor
y mezquino, mientras el defendió su ética periodística.
¿Habrán aprendido nuestros directivos?
Esperemos por el bien del fútbol mexicano, que así sea.