jueves, noviembre 28, 2013

MEMORIAS DEL FÚTBOL MEXICANO (CAPÍTULO 1: LOS CACHIRULES)

El fútbol mexicano es basto en darnos historias que contar, recordar, comentar y reflexionar; mas pocas veces hemos aprendido de los errores cometidos a lo largo de la historia. Si hay un hecho que se considera como un parte aguas en la historia del fútbol en México, es el caso de los “cachirules” para el mundial juvenil de 1989, historia que ahondaremos en esta ocasión.



Quizá muchos de ustedes no habían nacido o eran muy pequeños cuando esto sucedió, por allá del mes de Abril de 1988, cuando México tenía que jugar una ronda clasificatoria para el Mundial Juvenil de 1989 que se jugaría en Arabia Saudita, esta se jugó en Guatemala durante dicho mes. La FIFA desde febrero de dicho año lanzó un comunicado a todas las federaciones exhortándolos a no engañar a la institución con las edades de los jugadores, siendo que era conocido que era una práctica llevada a cabo en todo el mundo. La edad máxima fijada por la FIFA era de 20 años de edad.

Primero México enfrentó a Guyana, doblegándolo por marcadores de 9-0 y 2-0, posteriormente a la escuadra local (Guatemala) por marcadores primero de 2-1 y luego por 3-0, ésta última fue el 20 de Abril del ’88, con un gol de Gerardo Jiménez, que le aseguraba al tricolor ser el líder del grupo y la clasificación a las semifinales, que daban dos boletos para dicho mundial juvenil.



En aquel entonces, los periodistas Antonio Moreno (Quien tenía una columna en el diario Ovaciones, especializada en fútbol) y Alfredo Ruíz, ambos de Imevisión (Ahora TV Azteca), descubren en un anuario publicado en Febrero de 1988 por la Femexfut en su edición ’86-’87 una diferencia en las edades entre las publicadas en dicho anuario y las presentadas ante la Concacaf para asistir a Guatemala. Moreno publicó un artículo ese mismo 20 de Abril que trataba el tema y el peligro de “tomar ventaja sobre los rivales al incluir jugadores que rebasaran la edad permitida”, a lo que la respuesta del entonces Presidente de la Femexfut, Rafael del Castillo fue desestimar los comentarios e incluso agredir verbalmente a Moreno.

Sin embargo Moreno fue respaldado por José Ramón Fernández, quien era titular de La Misma Hora y DeporTV también en Imevisión y dio a conocer la noticia en televisión. La primera reacción de la FMF fue negar las acusaciones o no responder, sin embargo al ver la magnitud de las acusaciones y el impacto en el públicos, muchos periodistas recurrieron a entrevistar a varios de los jugadores y a buscar las actas de nacimiento de los integrantes del equipo. Finalmente se dieron a conocer las actas de los jugadores Gerardo Jiménez (delantero) y José de la Fuente, ambos 2 años mayores a la edad afirmada por la FMF, José Luis Mata (también delantero) pasaba la edad límite por 4 años y Aurelio Rivera (defensa) por 7 años. Rivera, quien era el capitán del tricolor , declaró en entrevistas posteriores que todos menos dos miembros de dicha selección rebasaban la edad límite establecida por FIFA, pero esto jamás fue confirmado.

La información tuvo mucha difusión en la prensa mexicana, escrita y televisiva, por ende tuvo eco en la Federación Guatemalteca de Futbol, que de inmediato realizó una denuncia ante la Concacaf, a quien exigió la investigación del caso, la cual llevó a cabo el salvadoreño José Ramón Flores, quien confirmó la falsedad de las edades presentadas por la FMF.



Como resultado de la investigación la Concacaf resolvió que las edades de los 4 jugadores eran en efecto falsas y marginó a México de la eliminatoria al mundial juvenil, también se castigó a dicha selección con una suspensión de dos años, así mismo se inhabilito de por vida a ciertos directivos, mas no al DT Francisco Avilán. Entre los directivos castigados se encontraban José de Jesús Álvarez Guzmán, Rafael Castellanos, Rafael del Castillo, Víctor Manuel González, Ramón Martínez, Manuel Acevez Montenegro, Gerardo Gallegos, Gilberto Morfín Salazar y Héctor Antonio Pérez. Así Guatemala reemplazó a México en las semifinales y al final fueron Costa Rica y Estados Unidos quienes representaron a Concacaf en el Mundial Juvenil en 1989.

El Presidente de la FMF Rafael Castillo intentó apelar ante FIFA con la esperanza de minimizar el castigo, confiando en la buena relación, capacidad e influencia que tenía el directivo mexicano Guillermo Cañedo dentro del organismo internacional, quien fungía como asesor del entonces Presidente de la FIFA Joao Havelange. Sin embargo, el resultado no fue el esperado, si no todo lo contrario.

En mayo de 1988 la FIFA no solo respaldo a la Concacaf en sus castigos impuestos a la selección juvenil, si no que extendió además la suspensión de dos años a todas las selecciones nacionales, incluida la mayor, de toda competencia avalada por el máximo organismo rector del futbol mundial, y así México quedó fuera de los Juegos Olímpicos de Seul ’88 (competencia para la cual ya estaba calificado y a semanas de su participación) y por ende, no pudo asistir al Mundial de Futbol Italia 1990, al no poder participar en las rondas clasificatorias para dicho evento.

De esta manera el fútbol mexicano sufrió un fuerte revés, se perdió una generación de futbolistas que pudieron participar en un mundial y saltar al futbol extranjero. Uno de los jugadores que más se recuerda que fue afectado por esta situación es Hugo Sánchez, quien entonces vivía sus mejores glorias con el Real Madrid de España. El impacto que esto tuvo para México se considera uno de los mas fuertes golpes que ha recibido el fútbol a nivel selección nacional, así como la reputación que tuvo a nivel mundial. De ahí que se vinieran grandes cambios en la dirección de la FMF y el manejo de Selecciones Nacionales. Otro de los efectos secundarios, fue el odio que generó hacia su persona José Ramón Fernández, quién fue tachado de traidor y mezquino, mientras el defendió su ética periodística.

¿Habrán aprendido nuestros directivos? Esperemos por el bien del fútbol mexicano, que así sea.


lunes, noviembre 04, 2013

El Amo de los Boletos

Todos hemos sido víctimas alguna vez de la mafia de la reventa, si no directamente, indirectamente. Sea cual sea el evento en cuestión la reventa siempre está presente, ya sea teatro, fútbol, conciertos, beisbol y hasta actos de beneficencia siempre están ahí.

Así mismo, todos conocemos al monopolio de los boletos a nivel mundial: Ticketmaster. En México “El Amo de los Boletos” como me gusta llamarlo, debe tener un 90% del mercado, de unos años para acá han aparecido un par de empresas que han ido creciendo gracias a sus estrategias locales, por un lado Super Boletos y por el otro e-Ticket, ellos han sido quienes se le han atravesado en el camino, aún sin afectarle en gran medida, gracias a la infraestructura que tiene “el amo” y a lo bien colocado y posicionado que se encuentra desde hace muchos años; además claro de los pactos comerciales y de exclusividad que tiene, y obviamente, a que Ocesa maneja una gran cantidad de recintos de todo índole a nivel nacional.



Ticketmaster siempre cobra el “cargo por servicio” a no ser que se compre el boleto en la taquilla del recinto donde será el evento, pero gracias a que tiene muchísimos puntos de venta, ya sean librerías, supermercados, tiendas departamentales, tiendas de música entre otras,  la mayoría de los consumidores terminamos pagando dicho cargo, que corresponde a un porcentaje del valor del boleto. Hay quienes piensan que no es gran cosa lo que se paga, pero multiplicado por todos aquellos que pagan el cargo, es una millonada por cada evento.

Ahora, tomare como ejemplo el fútbol y la reciente liguilla. Para efectos del partido de esta noche entre los Pumas de la UNAM y el América en el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria correspondiente a los 4tos. de Final del Clausura 2013, se anunció el lunes pasado que los boletos serían vendidos única y exclusivamente por dicho sistema y que saldrían a la venta el martes 7 a las 14:00 hrs y así fue, y como es de esperarse los boletos “volaron”. Hay mucha gente que no cuenta con tarjeta de crédito para poderlos comprar vía internet, y otra mas no tiene el tiempo de poder asistir a un centro de venta para adquirirlos, uno pensaría que esos aproximadamente 50 mil boletos fueron vendidos legalmente, pero como menciono al inicio, la reventa hace su aparición. Hoy cualquiera de ustedes puede ir al estadio e incluso antes de llegar, desde cual sea la dirección en la que lleguen, se van a topar con al menos 10 personas que les dirán: “¿Te sobran o te faltan?”, “¿Palomar o pebetero?”, “¿De arriba o de abajo quieres amigo?” y así, vamos, que casi todos ustedes han pasado por esto, aún cuando se trata de un partido que no tenga la convocatoria como el de esta noche. Entonces es cuando me pregunto ¿De dónde salen tantos boletos para estos vividores? Creo que la respuesta es mas que clara: El Amo de los Boletos.

Es una mafia muy bien establecida, y la verdad no dudo que tengan contubernios con las directivas de los equipos, obviamente con las administraciones de los recintos y con la gente claro está de Ocesa y/o Ticketmaster.



¿Cuántas veces no hemos visto o sabido que antes de que salgan incluso en la preventa exclusiva del banco conocido por todos, hay gente que ya cuenta con ellos en sus manos? Ahí está el punto. Obviamente la reventa es un negocio redondo para todos los involucrados, desde la empresa que los distribuye, quienes los adquieren para revenderlos, a quienes se los venden para revenderlos, las directivas de los equipos, las administraciones de los recintos donde será el evento… en fin, todo el mundo sale ganando menos el consumidor final: Osea, nosotros quienes asistimos a los eventos.

¿Por qué nadie hace nada? Porque a nadie de los que les compete hacer algo le conviene hacer algo, así de simple. Se les acaba el negocio, se les acaba la gallina de los huevos de oro, empezando por el mero mero: El Amo de los Boletos. ¿Ven por qué le digo así?

¿Qué podemos hacer nosotros? Para empezar no podemos dejar de asistir a los eventos que nos interesan, y no sería justo hacerlo. De lo que está en nuestro alcance es no comprar en la reventa y obviamente no revenderles los boletos cuando por alguna razón nos sobre alguno. Yo normalmente busco comprar los boletos en las taquillas cuando se puede para no pagar el cargo. Pero nosotros como consumidores finales no podemos hacer mucho para acabar con la mafia, lo mas radical sería como les dije, no asistir, pero no sería justo perdernos el concierto, obra de teatro o evento en cuestión al que queremos asistir. Y ya se que me dirán que las otras dos empresas también cobran el cargo por servicio, y es verdad, pero al menos al haber competencia en el medio, las cosas deben cambiar, los precios quizá bajar y hasta la calidad de los eventos mejorar.

Yo en lo personal estoy molesto porque se que esta noche, la de mañana en el Estadio Azul, el sábado en el Azteca y los demás estadios, todos los involucrados harán su agosto en pleno mayo… menos nosotros, que algunos nos quedaremos sin poder ir al estadio a apoyar a nuestro equipo gracias a estos vividores.


Quizá la solución sea que Lady Profeco se ponga al tiro, ¿O como ven?

he dicho.

*Artículo originalmente escrito el 8 de Mayo de 2013.